jueves, 1 de enero de 2009

Sistema Respiratorio.



Los pulmones están hechos de tejido blando esponjoso que se expande al respirar.
Cuando se inhala entra aire a los pulmones, llenando los 300 millones de alvéolos (sacos de aire) que se encuentran al final de las vías respiratorias. En los alvéolos el cuerpo absorbe oxígeno del exterior y elimina dióxido de carbono. El dióxido de carbono se exhala y el oxígeno es transportado por la sangre a todas las células del organismo.








Vaciado del árbol bronquial

Esta disección del árbol bronquial (blanco de la muestra) muestra la estrecha relación que existe entre las arterias, las venas y las vías respiratorias de los pulmones, donde se lleva a cabo el intercambio gaseoso.
Este proceso, que también se conoce como respiración, es el mecanismo mediante el cual la sangre elimina dióxido de carbono y absorve oxígeno, que lleva a todas las células del cuerpo.
Las arterias pulmonares (en azul en esta muestra) llevan sangre venosa (cargada de dióxido de carbono) del corazón hasta contactar las terminales del árbol bronquial o alvéolos. Cuando los alvéolos se llenan de aire oxígenado se lleva a cabo el intercambio gaseoso. La sangre oxígenada regresa al corazón por las venas pulmonares (rojo en esta muestra) para circular por todo el cuerpo. En la mayor parte del organismo, las arterias llevan oxígeno y las venas llevan dióxido de carbono. Sin embargo, esto se invierte en la circulación pulmonar.
Extraído del texto Bodies The Exhibition

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